La señora Gosia con tan solo ver mi
dirección electrónica en Internet ha descubierto que soy un tipo muy confiable
y honesto, que soy una buena persona, un alma de Dios, un corazón muy noble, la
pureza absoluta, sin defectos, sin tacha ni mancha, soy un sol que brilla en
este universo.
De solo un vistazo a mi email, (seguramente)
por la manera que he colocado las vocales, el orden y la originalidad total de
mi correo electrónico además de ser “gmail” del prestigioso Google, la Señora
Margaret Gosia ha descubierto en mí, casi el Mesías.