Las cosas que he tenido que escuchar por
estos días, la de disparates, tonterías y estupideces populares de la peor
cultura política posible, la de papagayos que andan repitiendo frases sin
pensarlas o sin siquiera conocer la esencia de su significado, no solo en la
calle, también en los medios.
Pero bueno el que tiene boca, tiene
derecho a usarla y entre otras cosas también para hablar y los más importante
es que, eso mismo, ha dado bastante de qué hablar esta histórica visita.