Nueva cocina en Cuba. llegamos a la inducción magnética

Una de las tantas en el mundo

En Cuba se ha cocinado con todos los combustibles posibles y eso puede no ser distintivo porque ha pasado en muchos lugares, lo peculiar es que se ha cocinado con todos en un mismo momento y en los mismos hogares. (Ver “Casa Taller”). Se ha cocinado con leña, carbón vegetal, electricidad, gas, biogás y con diésel y muchos de sus derivados, espero que nadie lo haya intentado con gasolina.

Ahora se está introduciendo una nueva variante dentro del uso de la energía eléctrica con otro principio de funcionamiento, la inducción magnética, realmente un salto considerable en cuanto a tecnología de punta, eficacia y eficiencia en el uso más óptimo de los recursos.

Antes de continuar con el tema debo aclarar que siempre he pensado que el mérito está en aquellos que buscan soluciones y no en los que critican, sin restarle importancia al papel de la crítica, pero criticar es bien fácil, aunque por ahora solo será una observación.

Primero veamos básicamente qué es cocinar por inducción magnética:

 Una cocina de inducción es un tipo de cocina de vitrocerámica que calienta directamente el recipiente mediante un campo electromagnético en vez de calentar mediante calor radiante por el uso de resistencias. Estas cocinas utilizan un alto campo magnético que magnetiza el material ferromagnético del recipiente o del fondo del mismo en un sentido y en otro. Este proceso tiene menos pérdidas de energía, el material se "agita" magnéticamente, la energía absorbida se desprende en forma de calor, calentando dicho recipiente que por lo anteriormente explicado, no puede ser de aluminio, terracota, cerámica, vidrio o cobre.

Actualmente el costo de este tipo de tecnología de inducción es el doble de una por resistencias tradicionales, pero las elevadas prestaciones así como su mayor eficiencia energética la convierten en una inversión atractiva.

La nuestra, la cubana

Bueno, qué está sucediendo con esta nueva variante para la cocina cubana que comenzó a entregársele hace unos meses a  los llamados “casos sociales”, tengo entendido que sin costo alguno y ahora se está vendiendo de manera liberada al resto de la población en las provincias de Pinar del Río y de la región oriental, a un precio de 500 pesos cubanos equivalente a 20 convertibles.

Como les decía al principio este tipo de cocina logra una conversión de energía eléctrica en calor muy eficiente pero el primer problema está en el menaje que se entrega con el módulo, cuatro utensilios, una cacerola, un sarten, un “jarro” y una cafetera y exceptuando esta última que es para tres tasas, el resto es de una capacidad para núcleos familiares de 4 ó 5 personas, quizás más, entonces ocurre que en núcleos pequeños y de bajos ingresos están comprando una cocina tan sofisticada solo para hacer café porque mientras no tengas recipientes más pequeños que cumplan con los requisitos técnicos para que se produzca la inducción, no funcionará y casi nada o nada de lo que existe actualmente en los hogares cubanos cumplen con esta elemental condición; ahora mismo en las tiendas y ferreterías los utensilios disponibles con propiedades ferromagnéticas, son extremadamente caros para el salario promedio del ciudadano cubano, por ejemplo, un recipiente de un cuarto de litro cuesta 6 CUC (150 pesos) y otro recipiente de acero inoxidable de un litro y medio en !!!!!!!! 20 CUC (500 pesos)

Esto no es en Cuba

El segundo problema generalizado en la vivienda cubana, es un deficiente cableado interior de los hogares y de la mayoría de las cocinas, que a duras penas ha resistido las “resistencias” para la cocción y al mismo tiempo ha concentrado en pocos enchufes todos los aparatos y esa es otra de las limitaciones para cocinas en espacios pequeños con un desamparo total en su electrificación porque éste nuevo aparato de inducción es muy egoísta y no soporta estar compartiendo tomas eléctricos con altos consumidores, deja de funcionar por “Bajo Voltaje” y te lo "dice".

Todo lo nuevo lleva aprendizaje, ajustes, asimilación y adecuación, la opción es excelente, solo digo que esos núcleos pequeños y además de bajos ingresos hagan bien sus cuentas antes de lanzarse en un gasto como ese, llevados por la euforia del momento y del decir popular, que midan bien sus posibilidades económicas y los detalles técnicos del nuevo aparato, porque independientemente de las bonanzas de la cafeina, de café solo, no se vive.

Fuentes: Wikipedia