La “Casa Taller” fue una de las características que marcó al sistema feudal, donde
los siervos además de trabajar la tierra fabricaban todo lo que necesitaban
para la vida en el hogar desde instrumentos de labranza hasta ropa y calzado ya
que no existía la especialización de los oficios, no
había por ejemplo, alguien especializado en sastrería o herrero, al menos en los periodos
que caracterizan con mayor claridad esta formación económica social.
Cuba tenía
en 1990 aproximadamente el 90% de su comercio exterior con los países del campo
socialista, sobre todo con la Unión Soviética y una buena mañana de ese año no había compromisos, ni comercio, ni nada; nos
habían dejado agarrados de la brocha y se había llevado la escalera, realmente
fue una proeza de resistencia de este
pueblo y un reordenamiento muy inteligente del gobierno que no solo
buscó otras fuentes, sobre todo
desconcentró en relativamente poco tiempo los proveedores de todo lo que el
país necesitaba; además se debe
reconocer que se trató de mantener en lo posible todas las facilidades sociales
que hasta el momento contaba la población.
Durante ese tiempo, esos años a los
que me refiero, sobre todo 1993 - 1994 escaseaba casi todo y casi todo estaba
parcial o totalmente paralizado pero no pretendo tratar en este comentario un temas largo y complejo como ese, solo
pretendo rozar la superficie de algunos cambios ocurridos en el hogar cubano ya
que la familia es la célula de toda sociedad. Los hogares se vieron obligados a
convertirse en casas talleres ya que por suerte, capital humano, conocimientos y
preparación la gente tenía, por lo menos
para las soluciones básicas.
No ha quedado oficialmente registrado que yo sepa
en ningún fórum de ciencia o estadísticas, todos los “inventos”, todas las genialidades que la
gente desarrolló en materia de artefactos para salir adelante, para seguir
cocinando los alimentos, para seguir vistiendo, calzando y cubriendo todas las
necesidades que iban surgiendo, la gente estudió hasta como era el funcionamiento de un tubo
fluorescente, cualquiera sabía que al fundirse unos de los filamentos de los
extremos podías hacer un puente eléctrico en los terminales de la parte averiada porque
el gas no había perdido propiedades y
todavía era aprovechable, pero cuando ya
no tenía ningún remedio se cortaba el tubo, se limpiaba su interior y se usaba
de pantalla para un mechero, una lámpara de keroseno, algo así como un diminuto
kinké.
Se reparaban los encendedores de estas lámparas, nada se tiraba, todo podía tener alguna utilidad y eso es un mal que todavía acompaña a muchos hogares cubanos que tiene un
almacén de cosas aparentemente inservibles pero se guardan porque "no se sabe cuando puedan ser
útiles". Yo personalmente reparaba mi TV ” en blanco y negro marca
“Caribe” con mis conocimientos de electrónica (que fue lo primero que estudié) y
usando piezas compatibles de otros equipos .
Reparaba el fogón pike de kerosén, rediseñé un mueble para una máquina de coser rusa shaika que las termitas se lo habían sesayunado, reparé zapatos, chancletas y mi esposa hacía maravillas con la ropa y con otras cosas también como reforzar las juntas de gomas de las ollas de presión para que siguieran funcionando.
Reparaba el fogón pike de kerosén, rediseñé un mueble para una máquina de coser rusa shaika que las termitas se lo habían sesayunado, reparé zapatos, chancletas y mi esposa hacía maravillas con la ropa y con otras cosas también como reforzar las juntas de gomas de las ollas de presión para que siguieran funcionando.
Más
allá de mi hogar se hacían calentadores de agua de todo tipo, aparecieron ollas arroceras rústicas, fogones con serrín
, de carbón, de leña, fogones de keroseno readaptados a cocinar con diesel.
Cuando las secadoras de las lavadoras rusas se averiaban en su estructura, los excelentes motores de las mismas estaban intactos y de ahí salían unos poderosos ventiladores que te levantaban las sábanas de la cama; se volvió a planchar con planchas de hierro calentadas al carbón. Se lavó la ropa con una fruta llamada “jaboncillo” que según los expertos podía resolver pero pronto aparecieron los alquimistas criollos fabricantes de jabón en sus variantes más artesanales y rústicas.
Cuando las secadoras de las lavadoras rusas se averiaban en su estructura, los excelentes motores de las mismas estaban intactos y de ahí salían unos poderosos ventiladores que te levantaban las sábanas de la cama; se volvió a planchar con planchas de hierro calentadas al carbón. Se lavó la ropa con una fruta llamada “jaboncillo” que según los expertos podía resolver pero pronto aparecieron los alquimistas criollos fabricantes de jabón en sus variantes más artesanales y rústicas.
Sería interminable la
lista de artefactos y de adaptaciones que fueron surgiendo según las
necesidades; en casa de mis padres había cinco opciones para cocinar los alimentos
porque tenías que estar preparado para la variante de combustible o energía disponible.
Conocí neveras fabricadas a puro “machete”, por supuesto, no la máquina y los sistemas de enfriamiento pero el mueble, el depósito servía cualquier caja metálica que le ponían luego aislantes térmicos y después otra capa de metal o plásticos y listo.
Conocí neveras fabricadas a puro “machete”, por supuesto, no la máquina y los sistemas de enfriamiento pero el mueble, el depósito servía cualquier caja metálica que le ponían luego aislantes térmicos y después otra capa de metal o plásticos y listo.
Unos 15 años después con
otras posibilidades económicas, con un poco de oxígeno en las cuentas bancarias
nacionales e internacionales; algunos dirigentes criticaron y atacaron las soluciones caseras, artesanales y arremetieron contra aquellos talleres de
mercanchifles; por supuesto que eran “equipos”
nada eficientes y altamente consumidores
de energía eléctrica; yo en lo particular me sentí ofendido y aludido con
las críticas casi burlonas que vinieran de quien vinieran no era un chiste ni nada para reír como muchos hicieron.
Había sido una cuestión de sobrevivir y fue parte clave de la "gloriosa resistencia de éste pueblo".
Había sido una cuestión de sobrevivir y fue parte clave de la "gloriosa resistencia de éste pueblo".
Reconozco que a la hora de su fabricación o
confección se le echaba mano a lo que fuera para usarlo de materia prima o
repuestos y muchas veces la procedencia de estos materiales no era todo lo
limpia que se pudiera desear, rapiña o “canibaleo” de otros medios estatales
destinados a otras funciones; no obstante, benditos aparatos que permitieron salir
adelante a la gente e hicieron más soportables los picos más negativos de la
crisis, sin ellos, sin ésta inventiva, pienso que muchos hubiera tenido que aprender a comer comida
cruda, entre otras cosas.
Un monumento a todos aquellos
aparatejos, adefesios andantes y a sus fabricantes es lo que debió hacerse en
determinado momento; ¡claro!!!, por supuesto que lo nuevo era mejor, lo moderno,
lo eficiente, la producción industrial de excelente calidad y factura, porque la comodidad la reconoce y le gusta a todos, pero aquellas soluciones rústicas eran las
opciones a la mano de la gente, era lo que teníamos para sobrevivir.
Todo el
mundo hizo su aporte o su invención personal, todo el mundo solucionó algún
problema y el que no lo hizo lo divulgó de boca en boca para que se
generalizara o se aplicara y los vecinos, el pueblo resolviera..
Este tema no es nuevo en la
Web, hay varios blogs, sitios, páginas que hacen alusión a este asunto pero de
una manera a veces menos seria con intento de diversión, con fotos jocosas del
asunto cuyo objetivo es únicamente la comicidad del hecho; en algunas de ellas a veces se exageran bastante, si quieren pueden poner en un buscador “inventos cubanos” y te
saldrá una sarta de cosas de las cuales no todas son reales.
Les traigo unas
pocas fotos de algunos de aquellos artefactos de fabricación casera que los vi
con mis propios ojos, algunos usados por mi propia familia.
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De una llanta de auto, una hornilla de carbón |
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Olla eléctrica de fabricación artesanal para arroz y otros alimentos |
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Taladro eléctrico pequeño |
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Fogón de leña |
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Fabricado con los componentes de una secadora rusa es una"licuadora" para hacer pulpa de tomate |
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Tanque de combustible de un helicóptero de combate MIG-8 ahora contiene agua potable de reserva para un hogar |
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Reparación rústica de un neumático delantero de bicicleta |
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Mechero artesanal construido entre otros materiales con el tubo de vidrio de una lámpara fluorecente y destinado a la iluminación del hogar durante cortes de energía eléctrica. |
La palabra "desechable" en Cuba no tiene el significado que trae el diccionario...
ResponderEliminary aun así... los inventos que seguimos haciendo..
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