martes, 28 de octubre de 2014

Marcando Terreno

Las personas, el público, los pueblos suelen seguir a un cantante, a un poeta cuando se sienten identificados con lo que dice, con lo que expresa en sus canciones, sienten que aquella letra es la problemática en la que viven, pero a veces contada de mejor manera, incluso, puede suceder que encuentren la ansiada respuesta a sus problemas, no importa que no traiga la solución, basta por el momento con el desahogo.

En los años 50 en Cuba pudieron existir muchos hombres como Fidel Castro, pero ninguno de manera aislada o todos juntos hubieran hecho una revolución, si no la hace un pueblo entero, si un pueblo entero no hubiera estado en sintonía con la “música” de Fidel Castro y por eso fue que la revolución tuvo el total apoyo de las masas, de los sectores más pobres, el campesinado y no pocos elementos de la clase media.


Lo que sucedió el primero de Enero de 1959 en Cuba fue la respuesta históricamente lógica y generacional a una situación político social muy concreta, pudo haber sucedido unos años antes o después, pudo haberla liderado Juan Pérez o Francisco el Suave pero era inevitable y fue lo mejor que le podía suceder a nuestro país y a nuestro pueblo en ese momento.Quien dude de eso le recomiendo que mejor no siga leyendo.

¿Quién creó las condiciones para que surgiera, sucediera una revolución en Cuba?; ¿Acaso fue el Partido Ortodoxo?, ¿Sería el propio Fidel?; ¿El movimiento 26 de Julio?; esos no son hechos que se puedan crear de manera artificial, ocurre como cada evento en la historia de la humanidad, como la revolución burguesa o la revolución industrial.

Es ese asunto filosófico de fuerzas productivas (FP) y relaciones de producción (RP) que siempre se van desfasando una de la otra por cambios objetivos muy dinámicos que ocurren en la primera,  porque las RP es más estable y conservadora y en la medida que la brecha es mayor, aumentan las contradicciones entre esas dos categorías, luego, en algún momento se llega a la crisis y después a inevitables revoluciones sociales a menos que los gobiernos tengan la visión inteligente de hacer cambios en algunos elementos de las RP y se gane más tiempo de estabilidad, pero Fulgencio Batista lo que hizo fue atizar el fuego todo el tiempo; es como la adivinanza “fruta verde y con espinas”, no hay de otra, es annona muricata, guanábana.

Por otro lado Fidel Castro pudo haber sido más comunista que Lenin o Carlos Marx y aun así, jamás hubiera podido encaminar el proceso en ese sentido si las condiciones objetivas y subjetivas en cada momento histórico, no hubieran existido para ello.

Acción - Reacción y Causa-Efecto.

¿Qué haría usted al frente de un país pobre como éste?; ¿Trataría de establecer relaciones con otras civilizaciones en otras galaxias o con las naciones un poco más cercanas?; daba lo mismo que fueran socialistas, feudalistas o esclavistas, si quería sobrevivir tenías que establecer ese vínculo vital.

El siguiente paso de los Estados Unidos es suprimir la compra de azúcar a Cuba que era el único producto destinado a la exportación y fundamental fuente de divisas, era el sustento del país monoproductor (1960); reacción lógica cubana; nacionalización de todas las propiedades norteamericanas en la isla; partido interesante ¿no?, y solo estábamos en el primer tiempo.

Por ahí en ese periodo está también lo del asunto del petróleo, el gigante norteño se niega a enviar a las refinerías de su propiedad en Cuba este recurso clave, al igual que piezas de repuesto y por casualidad, la Unión Soviética que pasaba por allí, encantada de enviar su petróleo y los yanquis que no quieren saber de refinar petróleo comunista en sus instalaciones en Cuba por peligro de contaminación ideológica y como peor que un gato acorralado es un gato sin combustible, vienen más intervenciones, nacionalizaciones y posiciones cada vez más radicales y de extremo.

Luego bloqueo económico, más tarde invasión por Playa Girón (Bahía de Cochinos) con bombardeo previo y proclamación de Fidel de nada menos que del carácter socialista de aquella revolución que inicialmente era simplemente una revolución democrática popular. Imagínese, a esa hora temprana ya se había catalizando increíblemente lo que tal vez nunca hubiera sucedido o quizás muchos años después y a Girón fueron las tropas a morir por el socialismo.

Por supuesto que no voy a contar la historia que está por todos lados a montones y a la vista, lo que quiero decir o mostrar es que ha sido una guerra constante, todo el tiempo y todavía están apareciendo planes y acciones en contra de Cuba que ni se sospechaban, es acorralamiento de un gigantesco país, de una potencia mundial contra un pequeño islote medio enclenque y pobre, es polarización total, es radicalización acelerada de las posiciones, es accedio, es también muchas veces pura testosterona y como he expresado en otros comentarios, a partir de eso ya ningún acontecimiento nace de manera natural, todo está condicionado y torcido en la nueva sociedad que se forma como una respuesta, como una solución a cada problema en cada momento y ante cada nueva escalada, todo se mueve en función del derecho de la autodefensa con un costo colosal en lo social y en lo económico.

Rehenes unas veces, protagonistas activos y hasta víctimas otras, están las personas en ese proceso (como en cualquier otro), con sus problemas, sus necesidades, sus dilemas y conciencias, con sus propias historias, con sus equivocaciones o aciertos, criterios y opiniones contrapuestas y así hemos llegado hasta aquí.

Con todos los acontecimientos internacionales que se han vivido en estos años de revolución, con tanta presión de los Estados Unidos, la caída del campo socialista, la crisis mundial, es increíble, puro milagro que los principales conceptos y logros de ésta revolución se hayan mantenido; tienen sus méritos los dirigentes pero quien han llevado el peso del sacrificio diario ha sido de manera incuestionable, el pueblo trabajador, creador de las riquezas de cualquier país.

Hay muchas cosas en mi país que me hubiera gustado que fueran muy diferentes y a mí, como individuo, me hubiera gustado vivir mucho mejor de lo que vivo, pero no puedo esconder o negar mi simpatía y admiración por la revolución cubana, por sus logros sociales, es una lástima que se haya tenido que derrochar tanta energía, tanto sacrificio, sudor y dinero en esta escalada que viene desde 1898 con nada menos que los Estados Unidos; seguro que hubiéramos vivido mucho mejor, no seríamos Suecia ni el Reino de los Países Bajos, ni Japón, seríamos Cuba pero menos pobre, con muchos menos problemas, menos carencia, menos diáspora cubana, menos asuntos politizados y menos cubanos llenos de odio y rencor, odio muchas veces injustificado, sembrado artificialmente o por intereses mezquinos o simplemente por obtener algún beneficio monetario.

Seguramente también la carpintería del círculo infantil donde están mis hijos fuera de mejor calidad, reluciente y recién pintada y no existiera en el patio esa entrada terrible al refugio de hormigón armado como monumento macabro al terror, que tanto afea la vista y ennegrece el alma por lo que representa.

Para hacer comparaciones hay que tener todos los ángulos y muchas veces no son justas pero uno gusta de comparaciones y las hace siempre aunque sea de la manera más burda, por eso cuando camines por estos barrios y veas a unos chiquillos semidesnudos y descalzos, jugando entre los charcos de algún escape de agua potable o de la lluvia, puedes estar seguro que están inmunizados con la última vacuna de las más modernas que hay, asisten a su escuela, no se prostituyen en las calles para vivir ni consumen drogas, no corren peligro de secuestro o de disparos perdidos y si a veces le piden unas monedas a un turista no es por hambre.

Si el precio a pagar por esos pequeños logros, es ese pésimo pan nuestro que desayuno cada día y un rosario tremendo de desgracias y carencias, a mí me parece que vale la pena aunque muchas veces protesto y pataleo.

Soy de procedencia muy humilde, vengo de aquellos guajiros muertos de hambre, analfabetos o semianalfabetos, a los que desalojaban de los bohíos y las casas de yaguas, a puro plan de machete antes de 1959 y aunque eso no define del todo posiciones políticas, porque de esos mismos guajiros y por diferentes causas existen hasta terroristas connotados, definitivamente me inclino por la Revolución Cubana con todos sus errores y problemas como un proyecto social más justo y humano; que lo hubiera sido muchísimo más si no hubiera estado bajo tanta presión y asedio, bajo una constante guerra sucia y desigual, la revolución se ha defendido como ha podido, con las armas que ha encontrado, sin dar cuartel, sin capitular aunque a veces ha tenido que tomar los caminos menos deseados o las opciones menos justas.

Hay un montón de cosas en Cuba que deben cambiar y buscarse soluciones, igual que se necesitan cambios en las Naciones Unidas, Francia, Australia, el Vaticano y en el orden monetario internacional, pero mucho cuidado con los cambios inducidos artificialmente o forzados, mucho ojo con la injerencia extranjera venga de donde venga y sobre todo de los Estados Unidos que han destrozado naciones y pueblos enteros con los peores pretextos posibles.

Esos mal cubanos llenos de odio y rencor, artificial o real, con sed de venganza (unos pocos con razón y otros muchos por simple terquedad y ceguera histórica), esos “cubanos” y “patriotas” cargados de “libertad y democracia” para repartir, esos, tampoco serán nunca soluciones ni opciones.

He escrito este artículo por las dudas de algunos, ya que en este blog, El Ballestrinque, narro como vivo, mis experiencias, mis carencias, hablo muchas veces de mis necesidades, de problemas que existen, de mis realidades, las que me rodean y afectan, problemas de la Cuba de hoy que no es el paraíso pero tampoco el infierno que quieren pintar; crítico y definitivamente no soy un fanático de izquierda, pero como dicen los guajiros de mi tierra, “tocante al monte compay, ni un cuje” y a buen entendedor…...

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