
En su título original
“Ender´s Game”, un film estadounidense de 2013 en el género de ciencia ficción,
dirigida y escrita por Gavin Hood, basada en la novela homónima de Orson Scott
Card; defendida por muchos y criticada por unos pocos que se quedan en
tecnicismos socialmente inconsecuentes.
Los amantes del género podrán pasar un rato agradable y entretenido (como lo pasé yo) con las excelentes actuaciones del veterano Harrison Ford y el joven Asa Butterfield, efectos especiales convincentes, buena fotografía.etc.
En dos sitios especializados en crítica de cine, IMDb y Filmaffinity cuyos miembros que no son pocos, evaluan esta película con la siguiente calificación 6.8 y 6 respectivamente, en base a 10 puntos posibles….en fin, se puede ver y disfrutar.
Los amantes del género podrán pasar un rato agradable y entretenido (como lo pasé yo) con las excelentes actuaciones del veterano Harrison Ford y el joven Asa Butterfield, efectos especiales convincentes, buena fotografía.etc.
En dos sitios especializados en crítica de cine, IMDb y Filmaffinity cuyos miembros que no son pocos, evaluan esta película con la siguiente calificación 6.8 y 6 respectivamente, en base a 10 puntos posibles….en fin, se puede ver y disfrutar.
He revisado un poco
algunas críticas publicadas en Internet y como les decía, muy profesionales todas
por personas muy bien documentadas, talentosas y preparadas en el oficio del
séptimo arte y ni en juego pretendo rivalizar sus opiniones, solo incursionar
un poco en hechos reales e históricos que guardan a mi juicio, una estrecha
relación con el tema de la trama en cuestión, pero indectectables para el
espectador pasivo; la película nos lleva a un supuesto futuro donde “nunca antes, el
inocente humano había estado sometido a tales pruebas”.
Aclaro
que no he leído la novela y por ello solo me refiero a la película, porque
siempre un libro carga con una riqueza inagotable usando nuestra propia
imaginación con la que personalizamos increíblemente los escenarios y siempre
será el arma secreta de cada escritor, “la mente del que lee” y no puedo
aventurarme a opinar del trabajo tremendo que realizó seguramente el Sr. Orson.
En cambio la película p a r e c i e r a que
recrea una situación novedosa, nunca antes tratada, pero no hay que ir tan de
prisa porque si le quitamos un poco las apariencias a los temibles “Formics” y
disminuimos el brillo de los efectos especiales, profundizamos un par de
milímetros en la superficie de los lindos trajes espaciales; nos va quedando
básicamente un montón de historias tan reales como macabras que han sucedido a
nuestro alrededor y no podemos permitir que el entretenimiento, como mermelada
de guayaba venga camuflando justificaciones éticas ante genocidios cometidos en
el pasado y otros que desgraciadamente vendrán.
Primero
nos encontramos con la vieja línea de formación de un soldado deshumanizado, ajeno a emociones o sentimientos, aspecto tratado en muchos argumentos para el cine (vea un clásico, la película de Stanley
Kubrick de 1987 “Full
metal jacket”, subtitulada
al español como “Nacido para Matar” entre otros títulos), una
máquina de pura filosofía pragmática donde el fin siempre justificará los
medios y donde los que no es práctico o útil, es falso, no es real, no existe.
Más que un soldado máquina está la creación de un
líder único a muy temprana edad, formando letalidad desde la cuna, al que se le
priva el derecho de saber si está cumpliendo sus misiones en un mundo virtual o
real (lea: Fuerza
Delta) al punto en que ya no hay diferencias entre ambos, barriendo así con
los posibles restos de lo que fueron sentimientos humanos o derechos humanos.
Después que Ender conoce que su último
supuestamente jueguito – entrenamiento no había sido una simulación en la que además,
se habían dado gusto usando el ultra cañonson anti molecular de doble retroceso
con aceleración por oxido nitroso y partículas extrafinas de hamburguesas
McDonals, (cariñosamente llamado en el guión “Pequeño Doctor” ) que manipula la
cowgirl y gatillo fácil Petra Arkanian; Ender siente fuertes remordimientos y
su mentor lleno de orgullo le dice “serás recordado como un héroe” y el
aludido, en los últimos estertores de lo que fue un ser humano racional,
balbucea “seré recordado seguramente como quien cometió genocidio contra una
especie de seres vivos y contra todo un planeta”…. y que al final no pudo saber
(porque no preguntaron) si el enemigo se estaban reuniendo en formación para un
desfile militar en honor a los terrícolas o para celebrar un ritual de cumpleaños
colectivo.
¿Por qué será que recuerdo ahora
eso de “dispara primero y pregunta después”?; debe ser por lo que se llama en
psicoanálisis asociación de ideas o asociación libre de ideas, algo de eso.
Escribo y escribo y por momentos me olvido de la
dichosa película y me creo que estoy escribiendo de innumerables conflictos
actuales y del pasado reciente en los que se han involucrado potencias e
intereses económicos colosales contra “hordas bárbaras” a las que se debe
domesticar, colonizar, evangelizar y sobre todo democratizar dependiendo del
siglo en que estemos….es para morirse de la risa el jueguito de Ender comprado
con las atrocidades realizadas “ayer”.
El
ataque de los Formics.
Los “Formics” el 7 de diciembre de 1841 realizaron un ataque sorpresa contra
una de las bases navales de los terrícolas en Pearl Harbor con su Armada Imperial;
las pérdidas del planeta tierra fueron cuantiosas y el hecho ocurre en los
precisos momentos en que se negociaban acuerdos de paz entre ambos “planetas”
lo que hizo que el presidente del territorio agredido Franklin D. Roosevelt expresara que aquel día
“sería una fecha que vivirá en la
infamia” con lo que estoy plenamente de acuerdo.
Aclaro
por dudas posibles, que los agresores e invasores imperiales, eran los Formics,
sin duda alguna, a pesar que estas hormigoides estaban sufriendo un embargo
energético de la tierra que los estrangulaba desde casi los inicios de la
guerra que ellos sostenían contra otras naciones y les impedía cumplir con sus
sanguinarios planes.
Trato de seguir el hilo
de los acontecimientos, buscando similitudes o tratando de demostrar con un
simple ejemplo como un tema recurrente en nuestra historia se puede cargar de
tecnología y chispitas de soldadura por arco eléctrico y aparecer como si fuera un
aporte filosófico novedoso; creo que podemos observar este fenómeno en la película de
“Ender, el destripador de Hormigas” o “Ender, el matabichos intergaláctico”.
Un camino increíblemente trillado, al menos en el
rollo del director Hood aunque el autor de la novela, el Sr. Orson se dio una
vueltecita por las filmaciones y quedó muy complacido a pesar de que
anteriormente había sido muy reticente con entregar los derechos de autor de
sus obras para cine por los lógicos sablazos que casi siempre sufre la
literatura en el proceso de conversión o adaptación a la pantalla.
La “tierra” se prepara para el contra ataque.
En abril de
1942, la incursión “Doolittle”, la primera incursión aérea Aliada de la tierra sobre
la capital de los Formics, levantó la moral en el planeta e hizo que las
incansables hormigas gastasen recursos en la defensa de su enclave natal, aunque
el ataque fue más ruido que daños reales. A mediados del mismo año 42, los
terrícolas derrotan la armada de los Formics en Midway, en el Pacífico y
además, lograron detener el avance de los Formics en las islas en dirección a
Australia, en Guadalcanal y en las Islas Salomón.
Muchas cosas sucedieron y muchas personas
murieron entre lo narrado y la Batalla del Mar de Filipinas entre el 19 y 20 de
Junio de 1944 pero después de esta fecha las nuevas naves de combate de la
tierra, los relucientes B-29 podían alcanzar todo el territorio de los Formics;
días después en la toma de la
Isla de Tinian es usado por primera vez el NAPALM, ¡pobres
hormigas!.
Y de poco en poco y con muchas, muchas muertes, batallas y sacrificios
humanos llegaron al borde del final de la guerra con los Formics en 1945, creándose
más o menos la siguiente situación:
Los Formics estaban técnicamente derrotados,
no tenían ninguna capacidad económica para reponer las incontables pérdidas
hormigoides, de hormigón armado y materiales, su capitulación era cuestión de
tiempo, pero Ender estaba un poco apurado por terminar y de una manera que al
enemigo jamás le pasara por su cabeza de hormiga, intentarlo de nuevo, como en
la peli, “ganar batallas futuras”, lo que se dice un mensajito fuerte de
verdad.
El 6 de agosto de 1945, un B-29 Superfortress, el Enola Gay, lanzó una
bomba atómica apodada Little Boy sobre Hiroshima, destruyendo la ciudad. El 9
de agosto, un B-29 llamado Bockscar lanzó la segunda bomba atómica, apodada Fat
Man, sobre la ciudad portuaria de Nagasaki y muerto el perro, se acabó la
rabia, ¿La rabia era del perro, de la hormiga o de Ender?; ya ni me acuerdo.
Manejando el Pánico.
Los
humanos somos tremendamente miedosos y algunos pasan al terror, (la mayor
expresión del miedo) y cuando se está aterrorizado solo hay una línea muy fina
que nos separa del ataque de pánico; al que no necesariamente hay que llegar
para cometer y justifican las mayores atrocidades, con el terror nos alcanza y
sobra; en cambio las personas que son verdaderamente valientes, los que se
sienten realmente seguros y en control de si mismos, logran sin mucha
dificultad dominar la crisis y agotar todas las opciones posibles
antes del uso de la fuerza, que incluso, si fuera necesario usarla, será proporcional
a la envergadura del peligro.
Víctimas del
estado del terror o del pánico.
En Cuba hay
una culebra de las más inofensivas que existen, se conoce como jubo prieto o
jubo magdalena, puede llegar a un metro de largo más o menos y se alimenta de
insectos, anfibios, ratones pequeños, lagartijas; pues el tal jubo de aspecto
desagradable y con mucho parecido a toda su venenosa familia, no
puede asomar la cabeza en ningún lugar habitado porque le cuesta la vida sin
que se albergue en su contra razón alguna, es tanto el pánico que crea, sobre
todo en mujeres que es linchado al instante sin miramientos.
El 8 de agosto de 1994, en el puerto del Mariel un jovencito cubano, Leonel Macías González, de apenas 19 años, muerto de miedo, orinado de pánico en sus pantalones, asesina a sangre fría a Roberto Aguilar Reyes, un hombre al que hubiera podido controlar, dominar con la ventaja de su arma en mano y de la sorpresa; el único objetivo de esta barbaridad era secuestrar la embarcación e irse a vivir a otra ciudad, Miami; asesina al padre de tres chicos sin que estuviera corriendo peligro su vida en Cuba o de un tercero, ni siquiera era perseguido, simplemente quería….. eso, “mudarse” y por allá anda impune “el valiente”.
El 8 de agosto de 1994, en el puerto del Mariel un jovencito cubano, Leonel Macías González, de apenas 19 años, muerto de miedo, orinado de pánico en sus pantalones, asesina a sangre fría a Roberto Aguilar Reyes, un hombre al que hubiera podido controlar, dominar con la ventaja de su arma en mano y de la sorpresa; el único objetivo de esta barbaridad era secuestrar la embarcación e irse a vivir a otra ciudad, Miami; asesina al padre de tres chicos sin que estuviera corriendo peligro su vida en Cuba o de un tercero, ni siquiera era perseguido, simplemente quería….. eso, “mudarse” y por allá anda impune “el valiente”.
Pareciera
que me he alejado del Juego de Ender, si, puede ser, como pareciera también que
el tema de la tal película fuese novedoso, pero le digo que no lo es, en lo absoluto.
Mis sinceras disculpas al honorable pueblo del
Japón por usarlo como Formics en el intento de ilustrar mejor mis ideas.
Algunos
sitios y páginas consultadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este artículo nunca estará completo sin tu aporte, tu opinión, tu criterio. Gracias por participar