Uno
sin apenas notarlo va creciendo y se va
impregnando de lo que le rodea, del entorno, de lo que ve, de lo que
escucha, cosas que ni imaginas, detalles a veces que ni siquiera son
protagónicos pero que están ahí como telón de fondo de todo un contexto en
desarrollo constante y todo lo vas asimilando de manera inconciente la mayoría
de las veces, se te van metiendo bajo la piel y te marcan, te modelan, te
forman, son parte de ti, te identifican, eres tú.
La
educación del hogar que no está en un plan deliberadamente concebido por tu
familia o tus padres , la de la escuela donde
aún planificada, al menos en lo que a las asignaturas se refiere, cuenta
además con la educación subliminal y no
por ello menos profunda, la actuación del maestro en primer lugar, la auxiliar
de limpieza y la actitud también del resto de los chicos, de cómo son y de cómo
te tratan e interactúan contigo, entonces vas poniendo otra capa definitoria a tu “yo” en formación y todos esos “pequeños
accidentes sociales van poco a poco definiendo tu personalidad.
En
la niñez fijas tu atención en las cosas que más te gustan o te interesan (como
en toda etapa) pero al pasar de los años notas de pronto la ausencia de algo
que estaba ahí en todo momento, como el sol, como el cielo, objetos y personas de
los que esperabas que siempre estuvieran ahí para siempre y duele un poco cuando descubres que la mata de mangos
de Filipinas donde trepabas a darte un banquete con Yoel y su hermano Justo, ya
no está, la partió un rayo, desapareció.
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Teresita Fernández |
Duele
también cuando descubres un día que quien escribió todas aquellas canciones
infantiles con las que creciste y crecieron tus hijos, se fue, se apagó, no
está, solo queda en el recuerdo.
Desde
que tengo uso de razón, en algún lugar de mi vida siempre han estado los “Van
Van” y Juan Formell, ni siquiera al principio sabes quienes son o como se
llaman ni nada, sencillamente los escuchas en la radio de tu casa mientras
juegas, luego en una fiestecita en la escuela, luego la gente comenta de la
nueva canción que sacaron, un día preguntas por ellos, los conoces, los puedes
identificar en cualquier lugar.
Yo
nunca fui buen bailador de lo que siempre en Cuba se llamó “casino” y que ahora
me confunde porque en el mundo ven bailando eso y le dicen “salsa”; bailaba o
bailo otra música donde no hay que seguir un marcaje muy estricto para mis
descoordinados miembros, pero en la fiesta final de preuniversitario, recuerdo
muy bien que pude bailar porque a Juanfo o a Juanito se le ocurrió aquello del
“.. baile del buey cansao´” y hasta yo podía bailar eso.
Cada
vez que ocurre una pérdida de este tipo es como si mi propio tiempo estuviera
muriendo, de hecho es así; inicias la vida llenándote de cosas animadas o inanimadas,
objetivas y subjetivas, hasta cierto
punto, hasta cierta altura, luego comienzas a perderlas hasta que ya, si
logras avanzar mucho, casi te quedas sin nada; como un cohete espacial que
avanza soltando trozos y fragmentos precisamente para alejarse y llegar a su
destino, parece ser el precio del recorrido; a unos le duele menos que a otros,
a mi en lo particular me afectan de manera significativa, como decía en
Regresando a Nuevo Miraflores, quiero a veces congelar el momento, pero no se
puede, tienes que afrontarlo y seguir.
Creo
que en el primer trabajo que publiqué en este blog, sobre Mariska Veres, traté
de manera diferente el mismo tema, la
misma problemática, las pérdidas de las cosas que de alguna manera tienen un
lugar en nuestra formación o que te acompañaron por la vida en determinado
momento.
Una
amiga, una mujer especial se fue de Cuba a sus 16 años y me contaba como un día
en Miami, hace unos años asistió a un concierto de Roberto Carlos ( que por
suerte no ha muerto) e inexplicablemente rompió a llorar de manera
incontrolable y sin consuelo, ella que es la alegría personificada.
“No
pude, no pude aguantar, porque era un golpe de tiempo muy fuerte, era estar en
Cuba, en la escuela, en las fiestas nocturnas en casa de fulana o mengana,
bailando a media luz con las melodías del
brasileño; todo aquello que había dejado atrás, todo lo que extrañaba a morir, en
aquel concierto Roberto Carlos en sus dulces canciones me lo dejó caer así de
golpe, pagué una entrada para casi deshidratarme en llanto”
Un
matrimonio con el que mantengo una gran amistad y que vivieron en Madrid algunos años, me escriben en un correo electrónico algo más o menos así: “…salimos
el sábado a dar una vuelta porque aquí estaban los Van Van, ya te puedes
imaginar la pelota de cubanos que se reunieron y bailamos hasta morir, fue como
estar en Cuba.
Hay
cierto punto en el que casi cada día pierdes algo de ti, cuando se rompe un
objeto familiar que viste desde niño, cuando muere alguien que era parte de tu
rutina, como cuando se murió el viejo Canterola, un guajiro pegado a sus bueyes
y a la tierra que cada mañana pasaba por mi casa y solo decía “¿Quetál?”, así,
unido y en ráfaga; yo a veces bromeaba con mi mamá y le preguntaba, si “quetál” no
había pasado ya.
Se
asimila el golpe, cicatrizan las heridas y pa´lante, es la vida, pero calculo que si logras vivir muchos años, no deba caber en el cuerpo una marca más y Formell es otra raya
para el viejo tigre, de las que calan hondo.
Su "Bacalao´ con Pan" estará siempre disponible, ahí queda para nosotros y las penas se pasan mucho mejor con un pancito.
Su "Bacalao´ con Pan" estará siempre disponible, ahí queda para nosotros y las penas se pasan mucho mejor con un pancito.
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Consuelo Vidal y René de la Crúz |
Original, fuera del contexto arcaico donde cuentan hasta los más minimos detalles de la vida de Formell. Me gustó mucho
ResponderEliminarNo solo me gusto, me encantoooooooooooooooooo
ResponderEliminaren pocas palabras sencillamente fenomenal y conmovedor,,,,,,
Pasé el mal rato de todo Cubano y el que se aprecia de seguir siéndolo esté donde esté,,,,,,, y ya casi lo había rebasado, cuando leo esto igual se me ha vuelto hacer un nudo en la garganta y siento la misma opresión en el pecho,,,,,,, cuando vas leyendo,,,, lo que describes es justamente lo que uno ha experimentado,,,,,,,,, lo que no sabe cómo expresarlo,,,,,,,,,,
Ayer a la casa llego un e-mail de Miriela Mijares ( artista pinareña) que por ciento lo hizo con copia a Amaury Pérez, Ariel Alfonso y un sinfín de artistas más,,,, donde entre otras cosas decía ¿qué es Cuba sin Formell???? y que a partir de ahora cuando se dijera Cuba ya no sonaría igual,,,, ese es su sentir, al igual que el de la mayoría, pero como tú dices, a lo largo de nuestra vida nos hemos ido despedazando, porque estamos hechos de todas esas partículas,,,,,,,, por estos días igual, partió Sonia Silvestre y como dijo alguien que la quería mucho, Sonia, DONDE PODRE GRITARTE QUE TE QUIERO??????????????????
Perfecto...........
ResponderEliminar¿ese matrimonio es ese mismo que yo conozco......?
El mismo, se cansaron de bailar en Madrid y ahora estan bailando en Miami
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