martes, 9 de septiembre de 2014

Las Canas, La Playa de Ciudad Pinar del Río (+Fotos)



En los 22º 13´ de latitud Norte y los 83º 36´ de longitud Oeste se encuentra en éste planeta, la localmente famosa, playa “Las Canas”.

Su nombre parece provenir de cuando el lugar estaba poblado de palmas canas (sabal parviflora, de la familia Palmáceas) y a mediados del siglo XIX los pescadores comenzaron a identificaban los esteros de pesca de aquella zona como Cana Grande y Cana Chica y la playa fue quedando bautizada como la conocemos hoy.


Ninguna playa de la costa Sur de Pinar del Río es gran cosa como balneario, son generalmente terrenos pantanosos, de escasa arena blanca, con presencia de abundante vegetación marina y visitadas con bastante frecuencia de medusas conocidas también como “aguamalas”; pero sucede que es el “charco” de agua salada más cercano a la capital provincial, a solo 23 kilómetros aproximadamente lo que la convirtió desde su inauguración (20 de mayo de 1939) en lugar de preferencia y asiduamente visitado por la población de los municipios más cercanos entre ellos el de mayor población, Pinar del Río.

En mi infancia me llevaron varias veces (supongo años 1970 – 1975) y recuerdo en esos viajes comentarios de los mayores que no puedo precisar muy bien pero era sobre el “Camello Bar”, de una manera que denotaba, respeto, admiración y fama; en realidad nunca supe lo que era hasta muchos años después que escuché hablar de que uno de los fundadores de la playa, el comerciante Manuel Pereira, había sido el propietario del tal bar y otras construcciones.

En los 90 fui un domingo como responsable de una bandada de jóvenes en viaje recreativo: esa vez, aquel ambiente no tenía nada que envidiarle a cualquier otra playa de Cuba, solo que ésta era un poco más pequeña en extensión y proporcionalmente en instalaciones y estaba abarrotada de pinareños; en esa ocasión pude ver como se agregaba a toda el área, toneladas de blanquísima arena.

Fácilmente pudieron haber pasado más de 20 años de esa última visita hasta que recientemente por esas cosas de la vida que no son para nada al azar y que se llaman algunas veces, leyes económicas, volví a Playa Las Canas o lo que va quedando de ella, porque casi no la encuentro, llegué al mismo punto de coordenadas que les he dado al principio, pero para mí total asombro, Las Canas, el sitio que yo conocía, había desaparecido.

En su lugar había una corta franja de arena entre los mangles, unas pocas sombrillas de guano a la orilla del mar, dos o tres rústicas construcciones, montones de ruinas de lo que fueron casas de familia y cabañas de veraneo convertidas hoy en cagaderos públicos.

A pesar de ser sábado en la mañana, los bañistas no pasaban de 50, las ofertas gastronómicas eran bien escasas, casi nulas y él único producto embotellado en venta, ese que normalmente se le llama “refresco” allí catalogaba de “re-caliente” porque estaba a temperatura ambiente.

El tramo de carretera que desde la vía 194 conduce a la tal playa, de unos casi cinco kilómetros, parece haber sufrido un fuerte ataque con morteros en toda su extensión por lo que muy pronto el acceso al lugar será por vía marítima desde el puerto de La Coloma, como en los inicios de su creación.

Lo realmente bueno era la tranquilidad, la desolación, se podía hasta pensar que estabas en un islote despoblado, desierto.

No puedo culpar a nadie de este acto mágico de desaparición geográfica del enclave, porque 20 años son muchos años a pesar de lo que pensaba Luis Gardel; no he realizado una investigación al respecto y tampoco lo voy a hacer porque no dispongo del tiempo para eso, ni pretendo con estas letras señalar o culpar a nadie en particular, solo mostrar e ilustrar el estado lamentable de deterioro y en franco proceso de extinción que se encuentra actualmente el mencionado lugar.

Todo tiene una explicación y esto también la tendrá, de causas objetivas, subjetivas, de crisis mundial y precio de la tonelada de la leche en polvo en el mercado internacional, del cambio climático, de huracanes, de vándalos y rateros locales, etc.

Puede ser incluso que mientras escribo estas líneas ya exista aprobados uno o varios planes de inversión para su reconstrucción y rehabilitación, con hoteles de lujo, restaurantes, bares de camellos y marinas, puede ser también que nunca más vuelva a ser lo que fue ni tan siquiera hace 20 años y mientras, Don Pereira se revuelve en su tumba y los pinareños tendrán que ir más lejos a chocar con el salitre del mar.

Los invito a leer un fragmento que encontré en http://foro.univision.com sin dejar de defender la posición de que nunca podemos quedarnos contemplando el pasado como “tiempos mejores o más fáciles” porque cada momento tiene sus propias circunstancias pero lo positivo, el logro en cuestión, nunca debiera perderse en su esencia.

“En 1946 se construyó la carretera actual con fondos provenientes de la Renta de la Lotería Nacional. Esta carretera se extendió hasta la misma playa. Las Canas llegó a convertirse en el lugar de esparcimiento orgullo de los pinareños allí acudían cientos de personas a disfrutar de la única playa con la que contaban Pinar del Río y otros lugares aledaños a la ciudad.

Decenas de comercios, restaurantes, bares, etc., brindaban un esmerado servicio a los bañistas, principalmente productos del mar; entre ellos los más deliciosos: langostas, camarones, pargos, chernas, bonitos y otras variedades a precios populares al alcance de todos los bolsillos. La playa Las Canas constituía el lugar más concurrido de los pinareños. Era escenario de grandes festejos, entre los que podemos mencionar las fiestas carnavalescas, verbenas, tómbolas, maratones de corridas de lanchas con trofeos a los vencedores, así como paseos en barcos de velas y botes. Era la atracción de todos sus visitantes, que se sentían orgullosos de contar con una playa acogedora y familiar a 23 kilómetros de la ciudad.

Los comercios de la ciudad pinareña cerraban sus puertas un día a la semana. Estos establecimientos se distribuían el llamado Horario de Verano. Los martes, principalmente en las calles comerciales más concurridas cerraban los números pares y los jueves los números nones. Cada media hora salía una guagua para llevar a los bañistas.

La playa Las Canas recibía un mantenimiento diario con solo cuatro trabajadores pagados por el Patronato. La arena era trasladada en camiones desde los predios de los Pedrosos, ubicados en el kilómetro 13 de la carretera a La Coloma. Contaba con cuatro muelles: el de Canosa, el de Tellería, el de Montes y el de Macoro. Todos eran públicos.

En 1951, la playa Las Canas fue dotada de luz eléctrica con una planta equipada con motores Diesel, propiedad de Armando Aguilar. Este servicio se extendió durante las 24 horas al poblado de La Coloma. Esta planta pasó después a la firma Hernández y Hermanos hasta el año 1959."

Encontré también en la web nacional este artículo, en el diario digital provincial de agosto de 2013. Las Canas en Espera. Recomiendo le den una ojeada.

Algunas de mis Fotos:
Visitantes llegando




Vista Oeste

Vista Este

6 comentarios:

  1. Gircel Del Valle Milo10 de septiembre de 2014, 5:12

    Me quede sin palabras con las imagenes jjjjj

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  2. Yolanda Molina Pérez10 de septiembre de 2014, 5:15

    No tengo recuerdos que me unan a Las Canas, pero desde la primera que estuve allí, en medio de la destrucción es posible encontrar los rastros del esplendor, eso a las memorias ajenas y a la lógica elemental que por geografía la convierte en la playa de los pinareños, me convirtió en defensora de su rescate, el trabajo que usted enlaza es sólo el último de varios, lástima que siga esperando...

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  3. Eddy, he leído tu artículo sobre las canas, muy claro y sencillo pero elocuente. No he podido revisar todo el blog. He estado atareada últimamente, pero me ha gustado mucho el esfuerzo que pones en querer nuestra tierra.
    Es lo que nos queda y es responsabilidad nuestra ya. No podemos acomodarnos a que otro venga a aportar algo a cambio de nada. Creo firmemente que todo podremos cambiarlo. Me ha gustado mucho de verdad, tanto que me voy a sumar a tu tarea. Abrí mi blog también.

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  4. Yo tengo grandes recuerdos de esa playa, como pinarena nacida en familia humilde era el lugar donde mis padres me podian llevar más a menudo , de esa etapa recuerdo muchas cosas lindas, después crecí y cdo comienZo a trabajar en planificación física Me tocó vivir varias etapas , su destrucción por wl paso de los ciclones, por el de personas inconcientes y destructoras y también por el descuido y wl olvido que fue inmersa esta playa, recuerdo una foto que hay en la oficina de la dirección de mi institución firmada por Fidel el plan de desarrollo de la Coloma donde se incluye el de esta playa que siempre SIEMPRE digo es sumamente importante su rescate DE VERDAD NO A MEDIAS, es lo más cerca quw tenemos incluso más que Bailén mucho más y esto sé que es difícil pero entre todos podemos lograrlo, de eso estoy convencida un abraZo Edy y gracias por el trabajo

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  5. tengo 58 anos recuerdo todo el init las casas mis padres abuelos vacacionando alli mi padre elctricista de los barcos de la Coloma y pinar del rio todo eso lo destruyo el tornado de la revolucion castrista

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  6. Así mismo que tristeza

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