lunes, 7 de abril de 2014

La Dama del Cerdito

A finales del 2001 me dirigía a visitar a mis padres y en Consolación del Sur tomé un transporte popular que hacía el tramo Consolación – Herradura y me encontré con esta curiosidad ocurrente que quiero ahora compartir con mis grandes minorías de lectores. 

Soy un aficionado de la fotografía como de otras muchas cosas en esta vida, un eterno aprendiz de todo y por ello casi seguro, maestro de nada y en aquel entonces tenía la suerte de tener una cámara digital pero no tenía Internet lamentablemente y la he guardado todo este tiempo esperando por ustedes seguramente y este momento. 

Tampoco es nada para que se congestionen las redes, ni las sociales ni las de pesca o se frían un par de servidores de Google.
 
Bueno fin del suspenso, ahí les va:


Para los lectores que no sean cubanos y que por sus mentes les pase que la señora llevaba su “mascota” de paseo, lamento decepcionarlos pero las intenciones de la señora con cartera porcina o con piel de cerdo, estaban en la onda de transportación, cría y consumo, algo así como puerco – transporte – economía interna.

Yo como tímido paparazzi enfoqué la cámara lo menos ambicioso posible y por suerte el rostro de la depredadora de cerdos no aparece en la foto y así evito tener que lastimar a nadie, pero en cambio tengo la expresión de los mil dólares en la pasajera sentada, cuya cara casi recibe un ósculo porcino.

Creo que he perdido la oportunidad de escribir una novela tremenda como la de Antón Chejov, porque seguro él viajaba en un transporte popular como yo cuando vio o conoció a la “Dama del Perrito” que inspiró su obra publicada en 1899. Lo pensaré.

Me imagino que ya a estas alturas, ese cerdito vivió obeso y feliz hasta las 200 libras y murió de manera "natural", naturalmente como mueren los cerdos en este país, en algún fin de año o en el cumpleaños de la señora y que conste que no lo digo por su condición de cerdo porque a fin de cuentas, el chofer de ese transporte a pesar de la manera que trataba a sus pasajeros, seguramente vive todavía.

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