martes, 15 de octubre de 2013

Analogías Profesionales


Como muchas personas en este mundo cuyo salario no cubre las necesidades básicas yo también debo procurarme otros ingresos.

Cada día después de mi jornada laboral así como los fines de semanas y de acuerdo a lo que   consta en mi tarjeta de presentación impresas en La Paz, Bolivia; “Instalo y configuro sistemas operativos en las computadoras a domicilio, instalo y actualizo programas antivirus y doy mantenimiento de hardware y software. No reparo ni comercializo hardware porque no puedo fabricarlo y mucho menos importarlo.”

Y por ahí ando enfrentándome a las computadoras domésticas que van  desde los dinosaurios más increíbles hasta lo más moderno del mercado que suele tomarme muchas veces por sorpresa y que a duras penas puedo solucionar los  problemas de unos y otros, casi siempre más por viejo en el asunto que por sabio, como el diablo.

Una tarea bastante agotadora la mayoría de las veces y de poca recompensa además; agotadora  sobre todo cuando estoy horas afanándome frente un equipo viejo en estado bien precario, sudando ingenio y la gente esperando milagros en horarios bien difíciles para mi estado mental y físico, porque después de las 5 PM mi organismo necesita un suero de cloro - sodio o dextrosa intravenoso y 20 minutos en posición horizontal como mínimo de descanso y relajación,  para que mis agotadas neuronas tengan algo de sinapsis eficiente y no solo sea las funciones básicas del cuerpo humano,  a esa hora, la verdad, con minúsculo almuerzo y vigilia inevitable, no valgo dos centavos pero de vez en vez hago salir agua de las piedras y aparto el mar rojo para que los discos duros pasen y sigan siendo usables y las tarjetas RAM aparenten más gigas de los que en realidad tienen.

Tengo mis clientes, no puedo negarlo, con ellos,  el aporte en roturas que me garantiza  este húmedo clima, la carencia de respaldo energético en los hogares y las fluctuaciones a veces imperceptibles de la electricidad, logro hacer unos centavos de lenta suma y de violenta resta; pero en fin, voy “escapando”.

El 80% de mis clientes son del sector de la salud, casi todos médicos, son los que más han viajado en mi entorno y los que han tenido otras posibilidades adquisitivas fuera y dentro del país; eso no deja de ser una complicación también porque de los doctores un día u otro voy a necesitar, el servicio de salud en Cuba es gratuito pero es penoso llegar a una consulta y que te vaya a dar atención el mismo al que le diste un sablazo (aunque en realidad cobro bien poco), pero no deja de ser algo incómodo, injusto y creo que hasta deshonesto; entonces me veo obligado a indagar más sobre el cliente para decidir qué hacer porque la interrogante de Hamlet en mi se torna “cobrar o no cobrar”, al fina lo que hago es discriminar  por especialidades.

¿Pediatra?, y yo con dos niños pequeños, por nada del mundo les cobro; toxicólogo, en efectivo, dinero en mano; estomatólogo, tiene que insistir bastante para que lo acepte; anatomia patológica, le cobro…., a fin de cuentas; proctólogo, pues corro un gran riesgo pero le cobro también en venganza anticipada……

Eso si, cuando no cobras a un médico es como un crédito, un depósito en banco del cual es mejor no tener que hacer retiro ni uso nunca.

Con tal clientela mayoritaria en mencionada profesión, he tenido que adentrarme y estudiar un poco de medicina, sobre todo términos para poder hacer comparaciones y analogías, buscando un leguaje común que me permita  explicar los entuertos de mis  servicios.

Me refiero –por ejemplo- “… los daños que la hipertensión arterial asintomática produce en los órganos humanos son comparables  con la inestabilidad del voltaje y los daños que esto crea en los componentes internos de las máquinas, sobre todo cuando no hay sistemas para protegerlos; Los daños al cerebro por cortes bruscos de oxígeno por problemas cardiorrespiratorios o simplemente IRA (Insuficiencia Respiratoria Aguda) son bastante parecido a los daños en discos duros por apagado bruscos de las computadoras por falta de energía o negligencias de los usuarios.

Las mejores analogías las logro con los programas malignos, los virus y sus parentela, esa es bien fácil; para no cansarlos más, les cuento  que he tenido que profundizar hasta en lo que se conoce en medicina como “Medio Interno” que son los disturbios intracelulares, hablo de  equilibrio químico celular, ácido – básico y todo lo referente a gases en sangre…..para cuando hablo de condensadores (filtros) que pierden propiedades, se secan, explotan o se ponen en corte circuito.

Otro problema y  de mayor importancia es el siguiente: Ese personal de la salud que viajó, se alejó de su familia, se perdió muchas veces etapas de la vida de sus hijos, arriesgó su propia salud, arriesgó (y muchas veces perdió) su matrimonio; trabajó incansablemente en condiciones  generalmente muy difíciles; sufrió todas las tenciones de vivir en otras sociedades donde la inseguridad ciudadana suele ser bastante alta o de costumbres peligrosamente diferentes a las nuestras; cargó además con el estrés que sufren los que viajan en avión las primeras veces y peor que el avión, las tensiones psicológicas de aduanas, peso de paquetes, documentos, viajes demorados, incautación de equipaje……larga lista esta, imposible enumerarlo todo.

Agregar únicamente que el mérito no pertenece solo al que se fue al exterior, del lado de acá varios familiares tuvieron  que multiplicarse día y noche incansablemente para suplir en alguna medida la ausencia del que se fue; entonces ese dinero ganado con tanto sacrificio y entrega en el justo momento de gastarlo lleva un peso infinito, una carga emocional contenida desmesurada que se vuelca o se expresa en la esperanza o más que esperanza en la seguridad que cada cosa material adquirida con ese efectivo, será si no eterna por lo menos para el disfrute de muchos descendientes, hasta los tataranietos quizás.

Se imaginan que desagradable sorpresa, cuanto dolor al descubrir y tener que aceptar esa realidad sin cocinar la llamada “cruda realidad”, que todo ese aparataje y novedosa ferretería doméstica tiene vida útil bastante limitada y que incluso antes del término puede averiarse sin reclamos, garantías o reparación.

Peor suerte tengo al llegar a una casa donde además de la computadora con serios problemas le antecedieron por ese camino otros equipos, el horno microondas, la televisión de 21 pulgadas con tecnología de leds…etc.; realmente  la situación se me torna muy difícil y  no sabes como enfocar el tema, tratas de dar consuelo previo pero eso pone a la familia más nerviosa y asustada, casi histérica.

Noten que dije “familia” porque ahí están todos los miembros, los niños, la pareja, a veces los padres de uno de ellos, todos con cara de terror, de espanto, aguantando la respiración sin decir ni una palabra, las miradas todas sobre mi, sientes que tienes en la mano la “llave de los truenos”, (estoy convencido que ningún galeno se ha enfrentado a una situación al menos con espectadores generacionales tan diversos).

Por mucho que lo intente, solo una foto de ese momento sería medianamente capaz de ilustrar lo que a duras pena trato de describirles.

Pero el cliente merece honestidad y sinceridad con tacto, con medida, con voz de narrador radial o de televisión, con la mejor dicción posible….

“Lo siento pero es grave y de pronóstico muy reservado”

Imágen tomada de:www. norfipc.com

1 comentario:

  1. que bueno está este post!
    haz posts con letras más grandes y párrafos más cortos, cansa mucho leerlo

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